Mientras trabajaba en Harry Potter, J. K. Rowling fue dándole forma también a Ickabog. Pero, ojo, la historia no está relacionada con el universo Harrypoteriano. Al menos, por ahora…
Rowling nunca le leyó esta historia a nadie más que a sus propios hijos. Sin embargo, la cuarentena la trajo a su mente y ha compartido los primeros capítulos de forma abierta para que sus lectores se entretuvieran estos días.
Además, ha anunciado un concurso de ilustración para que las mejores propuestas sean las que acompañen a la versión impresa de esta historia que transcurre en un pequeño país ficticio, donde un rey narcisista asusta a sus súbditos con un monstruo misterioso que parece alimentarse de niños. La edición verá la luz en noviembre de 2020.
Mientras esperamos el resto de la historia y su traducción al español, compartimos varias obras de culto que también corrieron el riesgo de no publicarse:
París era una fiesta de Ernest Hemingway
Al principio de su carrera literaria en París, Hemingway solía escribir sus pensamientos y observaciones en un cuaderno. Pasaron muchos años antes de que el autor encontrara accidentalmente ese cuaderno en el sótano del Hotel Ritz. Estos registros formaron la base de las notables memorias de Hemingway.
Carrie de Stephen King
Todos los editores se negaron a aceptar la novela que finalmente lanzó la carrera de King. Pero lo peor fue que el propio autor estaba bastante de acuerdo con ellos. De hecho, tiró parte del manuscrito a la basura. Afortunadamente, su esposa obligó a King a terminar la historia. El resto ya se conoce.
Lolita de Vladimir Nabokov
Esta novela de culto del siglo XX vio la luz gracias a una editorial francesa especializada en literatura erótica. Todos los editores estadounidenses se habían negado a publicar una historia tan vulgar e inmoral. Afortunadamente Nabokov decidió arriesgarse y muy pronto su trabajo recibió una merecida fama.
Harry Potter de J. K. Rowling
Como sabéis, Ickabog no es la primera historia de Rowling que ha corrido el riesgo de no ver la luz. Muchos editores se negaron a creer en esta historia fantástica que ha conquistado al mundo entero. Uno de ellos, incluso, aconsejó a Rowling que buscara un trabajo real, porque la literatura infantil estaba en crisis…
